El presidente Barack Obama, en estos casi dos años de Gobierno, quedó en deuda con el electorado. Los recientes comicios legislativos en Estados Unidos fueron una real demostración de la gran pérdida de credibilidad de Obama y del Partido Demócrata entre los ciudadanos de ese país. Los resultados son contundentes y la Cámara de Representantes estará integrada con mayoría republicana y el Senado, con más demócratas. El giro político ha sido notable.
Está claro que Obama no va a tener el suficiente respaldo en el Congreso y muchos proyectos quedarán en veremos. Sin duda, la economía fue la principal asignatura que perdió el Jefe de Estado cuando ha transcurrido casi la mitad de su período presidencial. El desempleo, el incremento del gasto público, los impuestos y un crecimiento moderado, apenas un dos por ciento, son las mejores demostraciones de lo que faltó por hacer.
Obama asumió en enero de 2009, tras haber estallado una delicada crisis financiera. Problemas bancarios e inmobiliarios y déficit fiscal fueron los factores comunes en ese momento. Los ocho años de gestión de George W. Busch, del Partido Republicano, se caracterizaron por guerras en Irak y en Afganistán. En esos conflictos, las pérdidas del presupuesto fueron incalculables.
La recuperación de Estados Unidos no iba a ser de la noche a la mañana. Habían innumerables asuntos por arreglar y sí bien se mejoró en aspectos, todavía no se consiguió lo esperado. Entre las propuestas de los republicanos, durante esta última jornada electoral, estuvo la reducción del gasto público y este aspecto los favoreció. Las reformas de Salud y del sistema financiero fueron otros asuntos que cambiaron la opinión del electorado.
Como si no fuera suficiente para Obama, la reforma migratoria se aplazó, y ahora con mayoría republicana en el Congreso, no se le observa futuro. Dadas sus implicaciones socio-económicas, éste es un asunto de igual prioridad a otros que se han presentado así como el derrame de petróleo en el Golfo de México, la Economía, el mineral encontrado en Afganistán y las tropas en Irak. Obama no cumplió sus promesas a los latinos, quienes le cobraron esto en las más recientes elecciones.
El voto hispano fue mayoría al momento de elegir a los republicanos, de este origen: Brian Sandoval como gobernador de Nevada y a Marco Rubio como senador. Los latinos se consolidarán en los próximos años como la minoría más grande en el país. Obama perdió liderazgo para llegarle mejor sus seguidores. De igual manera, la confianza de los electores en su gestión ha caído de manera considerable.
La actual coyuntura puede ser una oportunidad para el fortalecimiento del Tea Party, movimiento de extrema derecha que está presente en gran parte del Legislativo. ¿Podrá consolidarse como una sólida fuerza opositora?
Seguramente se encontrará un mayor consenso entre demócratas y republicanos para garantizarle a Obama una mejor Gobernabilidad. Eso sí, los proyectos de ley del actual presidente van a estar más complicados de lo que se pensaba La Economía, la Salud y la Educación son las prioridades en este momento. Temas como las exenciones tributarias y el libre comercio podrían estar más cerca de ser realidad en esta etapa. A Obama se le presentó una crisis en la mitad de su gestión pero ésta no necesariamente es una muerte sino que puede llegar a ser una oportunidad para recomponer las fueras del Partido Demócrata y poder continuar en el Poder en el año 2013.
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