Archive for 4 de noviembre de 2010

UNA GESTIÓN PARA LA HISTORIA

Está a punto de terminar uno de los gobiernos más exitosos de Sudamérica. Luiz Inacio Lula Da Silva entregará el Poder en dos meses. Su gestión siempre será recordada en el continente porque significó para Brasil una transformación social y económica que no se pensaba en sus inicios. En el país ya se realizó un cambio notable en estos ocho años y ahora entrará en la etapa de afianzamiento, sin olvidar los desafíos aún pendientes.

El liderazgo de Lula va a pasar a la Historia. Su época de sindicalista le suministró muy buenas herramientas para el comienzo de un proyecto político exitoso como el Partido de los Trabajadores (PT). Las huelgas promovidas por él siempre generaron mucha polémica y atrajeron gran cantidad de seguidores como activistas sociales, políticos e intelectuales de izquierda. Ese momento le fue útil para afianzar su discurso y llegar a las masas. Las bases del PT nacían en ese momento y se fortalecerían en diferentes comicios legislativos de los años noventa. La Presidencia no le llegó tan rápido como hubiera esperado porque los electores no confiaban mucho en su capacidad para gobernar.

No obstante, el PT mantuvo la coherencia y la confianza dentro de sus filas con el fin de continuar en la lucha por el Poder. Por otra parte, el estar dispuesto al diálogo con los empresarios y operadores financieros fue fundamental para generar mayor consenso. Esto lo favoreció a la hora de ganar mayor aceptación entre los votantes.

Los desafíos sociales y económicos fueron grandes desde un principio. El énfasis de su labor siempre fue que todos los brasileños tuvieran condiciones dignas de vida. Sin embargo, su primer período presidencial tuvo como factor negativo la inmensa corrupción. Los vicios políticos no estaban del todo lejos y recuperar la imagen perdida en cierta parte en ese momento no era tan sencillo. La credibilidad desapareció en la población que creía en Lula como una gran alternativa de cambio.

Los decretos firmados y el anuncio de una lucha permanente contra la corrupción evitaron el debilitamiento. La clave fue haber realizado modificaciones y cambiar el rumbo que llevaba el PT. Además, comenzaron a observarse algunos efectos de las políticas sociales y económicas, el gran objetivo. Quizás, esta primera fase de la era del ex sindicalista no fue de resultados contundentes pero sí de gran esperanza.

Lula encontró unas bases dejadas por su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, que desde su labor como ministro de Hacienda, comenzó con la estabilidad monetaria para el país. Las semillas ya estaban sembradas y ya era cuestión de mantener la buena cosecha y ampliarla con el paso del tiempo, algo reflejado en la actualidad.

El Jefe de Estado brasileño siempre buscó la integración con el mundo. Su buen manejo de la diplomacia lo destacó como una figura universal. Esto fue de gran utilidad con miras a la gran expansión que tuvo Brasil en el último tiempo. El crecimiento a un siete por ciento anual, estar hoy como la octava economía en el mundo, y la industrialización ya se hicieron presentes en el segundo mandato de Lula. La pobreza disminuyó y las exportaciones aumentaron a pasos agigantados. Incluso, el potencial petrolero es muy grande para la próxima década.

En cuanto al acceso de los campesinos a las tierras, éste no fue el esperado. Además, gran cantidad de activistas rurales fueron asesinados y no se hizo nada por evitar la impunidad. A pesar de la necesidad de la reducción de la pobreza y de una mayor facilidad para la gente al acceso a mejores oportunidades, Lula dejó un legado muy importante en Brasil. Su gran popularidad le dio el guiño presidencial a Dilma Russef, ex ministra de Energía, quien será su sucesora en el 2011.

Ruseff tiene la misión de continuar con lo realizado y seguir avanzando con la transformación brasileña. Reformas tributarias, laborales y sociales deben ser asuntos pendientes en la agenda con el fin de llegar a la competitividad. También, le espera lograr la unidad, en cuanto a proyecto político, con el Partido del Movimiento Democrático

Brasileño (PMDB). El consenso y la concertación de los últimos ocho años requieren mantenerse en esta nueva era. Su autonomía será un aspecto vital para garantizar la Gobernabilidad. Ella requiere aplicar lo aprendido en estos años con Lula pero no puede pretender ser su copia.

La alumna debe aplicar todas las enseñanzas del maestro. Por ejemplo, el carisma y el saber llegar a las masas ¿Será esta la oportunidad para que Russef se fortalezca en su carrera política? ¿La sombra de Lula podría ser un obstáculo? Amanecerá y veremos.

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