El desafío de mejorar lo realizado

Se terminó un ciclo muy bueno para Colombia. Sin duda, Álvaro Uribe será recordado como uno de los presidentes que cambió el rumbo del país. Ahora le llegó el momento a Juan Manuel Santos de sucederlo. Este nuevo Gobierno heredará el legado de Uribe pero no será igual.

Cuando Uribe comenzó en el 2002, los grupos subversivos tenían aterrorizada a la población. Uribe fue elegido por el deseo de la gente del restablecimiento de la Seguridad. Su gestión logró devolver la  confianza al país, de tal manera que Santos encontró una Colombia distinta, donde la guerrilla ha sido replegada y ya podrá comenzar una estrategia de Prosperidad Democrática con el fin de mejorar en lo social y lo económico.

De acuerdo a lo que manifestó en su discurso de posesión, el pasado sábado 7 de agosto, Santos estará dispuesto a un diálogo con los grupos armados ilegales siempre y cuando estos no cometan actos terroristas, liberen a los secuestrados y a los menores que han sido reclutados para la guerra. Este espacio será importante mientras que no se renuncie a lo fundamental: la lucha contra el terrorismo, base de la estrategia de Seguridad Democrática de su antecesor Uribe. El nuevo Presidente buscará continuar consolidando lo logrado en los últimos ocho años y que conoce bien porque fue ministro de Defensa.

Es trascendental mejorar el tema de los desplazados por la violencia. Esas personas deben volver a su territorio,  que abandonaron debido a los ataques de los grupos subversivos. Sin duda, la gestión del nuevo ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, será clave porque sabe del manejo de la Hacienda Pública y tiene la capacidad de buscar la implementación de estrategias de desarrollo rural.

Con respecto a las relaciones con los países vecinos (Venezuela y Ecuador), el nuevo Jefe de Gobierno reiteró la importancia de la diplomacia y la prudencia. El martes 10 de agosto, en Santa Marta, Santos se reunió con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y se restablecieron las relaciones binacionales. Esto es una muestra de que este asunto es prioritario para Santos, tanto que se refleja en la designación de María Ángela Holguín como Canciller de la República. Holguín tiene gran conocimiento acerca del tema. Además, fue embajadora en Venezuela del 2002 al 2004 y llegó a tener una buena comunicación con Chávez.

En lo económico y social, Santos tendrá el desafío de luchar contra la pobreza y el desempleo. Estos aspectos fueron la parte negativa de los ocho años de gestión de Uribe. Debido a la gran cantidad de presupuesto invertido en Seguridad, no se encontraron soluciones en esos ámbitos aunque ha aumentado la inversión extranjera. Designar a  Juan Carlos Echeverry como ministro de Hacienda fue otro gran logro. Echeverry es un doctor en Economía. Entre sus principales cargos están: Director del Departamento de Planeación Nacional, organismo encargado de diseñar políticas de desarrollo económico, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo(BID) y Decano de la Facultad de Economía en la Universidad de los Andes, una de las más importantes de Colombia.

Por su parte,  el nombramiento del ex candidato presidencial, Germán Vargas Lleras, como ministro del Interior y de Justicia será clave para el trámite, ante el Legislativo, de los proyectos en materia de Salud, Justicia, Economía, regalías y ordenamiento territorial. No en vano, fue senador durante doce años consecutivos y conoce muy bien el funcionamiento del Congreso.  Es un hombre de carácter y constante crítico de la guerrilla. Una de sus principales tareas será mejorar las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, afectadas en el último tiempo.

Santos conformó un buen equipo técnico con los funcionarios designados en las diferentes áreas, el cual ha sido bien recibido por todos los estamentos del país. Las expectativas son muchas y el optimismo es aún mayor. De la buena gestión del nuevo Presidente dependerá la prosperidad del pueblo colombiano.

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