Los Pumas de la Universidad Autónoma de México (UNAM) son un equipo tradicional en el país azteca. Sin embargo, sus más recientes campañas no han sido las mejores y el nivel futbolístico dejó de ser el ideal. Es importante que el club universitario vuelva a pelear por objetivos grandes.
En el torneo “manito”, Pumas, durante varias décadas, mostró nóminas y buen fútbol para recordar siempre. Por ejemplo, aquel campeón de la temporada 1980-1981, integrado por Hugo Sánchez y Ricardo Ferretti, quienes ya fueron técnicos del club. También, el equipo llegó a ganar varias veces la copa de la CONCACAF.
Pumas tuvo goleadores en México como Ferretti y Cabinho. También, en los años noventa aparecieron jugadores que llegaron a estar en la Selección como Luis García, Jorge Campos, Claudio Suárez y Alberto García Aspe. De otra parte, los universitarios llegaron a ser subcampeones de la Copa Suramericana, en aquella final ante Boca Juniors, con un equipo competitivo que puso en apuros a los xeneixes.
Pumas siempre se caracterizó por apostar a su cantera, a las divisiones inferiores, y es de los “semilleros” del fútbol mexicano
así como las Chivas de Guadalajara. Por esta razón, dejó de comprar jugadores en el mercado. Esto tiene aspectos buenos, pero a su vez le ha hecho perder competitividad en el torneo, donde está alejado en la actualidad de los primeros lugares y del ingreso a la “Liguilla” (fase semifinal).
El club universitario llegó a ser campeón en los últimos años, pero presento también cierta irregularidad, sobre todo cuando fueron dirigidos por Hugo Sánchez y Miguel España. Esto les ocasionó problemas de descenso. En la época de España, estuvieron los argentinos Bruno Marioni, quien pasó por el Toluca y el Atlas y Martín “Chapulín” Cardetti, gran goleador en River Plate de Argentina. Después, en la era de “Tuca” Ferretti, llegaron jugadores como los argentinos Ruben Sambueza, Ignacio Scocco, Darío Verón y el brasileño Leandro Augusto.
Después de haber sido campeón en algunos torneos, Pumas no pudo reemplazar a esas figuras transferidas y la cantera no era suficiente para esto. Cuando se fueron Leandro e Israel Castro, solo había un suplente con experiencia: David Cabrera. Se necesitaban otros refuerzos en el mediocampo y la delantera. De esta manera, se debilitó el equipo y todavía no se ayuda en la madurez a esos jóvenes pertenecientes al plantel. Tampoco, hay un referente en la línea de volantes que le transmita seguridad a sus compañeros.
Con relación a su técnico, Guillermo Vásquez es de “la casa”, conoce bien el entorno y le puede dar la mejor orientación a sus jugadores. Es importante mantenerlo y continuar un proceso, en la medida de lo posible, mientras que se le den los recursos necesarios.
Siempre dio gusto ver jugar a los Pumas así como al América, Cruz Azul, Monterrey y Santos. El club universitario debe finalizar esta transición futbolística, presentada en la actualidad, con el fin de pelear por títulos y continuar entre los mejores del país. Su afición realmente lo merece por la fidelidad y el apoyo permanente.
Nota final: La actitud de Teófilo Gutiérrez, después del pasado clásico que jugó Racing ante Independiente, fue vergonzosa y lamentable. Esa soberbia y su carácter difícil causaron un desgaste entendible de sus compañeros y de los hinchas de “La Academia” quienes lo querían mucho en un principio por sus goles, pero después se fueron impacientando con estupideces y actos de indisciplina cometidos por el delantero.
No se pueden justificar los hechos violentos después del partido del sábado, pero Teo continuamente, al hacerse expulsar de manera tonta, perjudicó a Racing y su agrande permanente y falta de respeto hacia todos ya era insoportable. Por esta razón, el arquero Sebastián Saja no pudo contenerse más y decidió golpearlo. El barranquillero es un extraordinario jugador y goleador que cualquier club quisiera tener, pero con este comportamiento se va a convertir en un problema para la Institución que lo llegue a contratar, en este caso Lanús donde desembarcó a préstamos para jugar la Copa Libertadores. El final de su ciclo en Racing se veía venir y su salida fue por la puerta de atrás como ya algunos vaticinaban.