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POLÉMICO ASILO

Si se revisa el concepto del asilo territorial, esta figura del Derecho Internacional tiene como finalidad la protección de un Estado a los extranjeros que han sido objeto de una persecución política y a las personas que lo han solicitado por razones humanitarias.

La explicación anterior no se puede relacionar con el caso de la solicitud de asilo, en Panamá, de la ex directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, María del Pilar Hurtado, investigada por las “chuzadas” e interceptaciones telefónicas a magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a dirigentes del Polo Democrático, a periodistas y a diferentes personalidades. Éste fue uno de los puntos débiles del Gobierno de Álvaro Uribe y generó un choque de trenes entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. Hurtado no está perseguida por razones políticas sino que es acusada por delitos como abuso de función pública, concierto para delinquir y violación de comunicaciones.

Hasta el momento, existen pruebas en su contra porque el ex jefe de Inteligencia del DAS, Fernando Tabares, reveló que Hurtado y el secretario de la Presidencia, Bernardo Moreno, planearon los seguimientos en un club de Bogotá. Además, Jorge Lagos, ex jefe de contrainteligencia, manifestó que él le permitía ver a la ex directora el resultado de todos los rastreos y recibió órdenes, por parte de ella, para conseguir información respecto de varios magistrados.

Debido a esta coyuntura, Hurtado requería una protección, una seguridad especial que tenía en Colombia. Quizás, no existían las suficientes garantías de la Justicia con miras a un juicio imparcial porque Hurtado fue parte del último período presidencial de Uribe, caracterizado por las tensiones con el Poder Judicial. Si bien Panamá tiene la soberanía para tomar decisiones como aceptar la solicitud de Hurtado, debió informarle inmediatamente a Colombia acerca del tema.

Eso sí, Panamá no tuvo en cuenta que el caso de Hurtado no era de asilo territorial porque no había persecución a la libertad de expresión ni al debido proceso. Este acontecimiento le genera al actual Jefe de Estado de ese país, Ricardo Martinelli, una contradicción en la opinión pública porque la ex procuradora (fiscal general), Ana Matilde Gómez, debió abandonar su cargo por realizar “chuzadas” telefónicas a un fiscal acusado de corrupción. La Iglesia Católica Panameña y la Oposición han cuestionado fuertemente esta reciente decisión. El clima político no es el mejor. Para el ex presidente Álvaro Uribe, esto significa respirar mucho más tranquilo, al menos por el momento, porque Hurtado fue clave en ese plan de espionaje, una “piedra en el zapato” para él.

A pesar de lo anterior, la ex directora del DAS no ha ganado la partida. Los delitos, por los cuales es acusada, son considerados como crímenes internacionales. Por esta razón, posteriormente, ella podría ser juzgada en Panamá o extraditada hacia Colombia. El artículo 1 de la Convención de la Habana de 1928 hace referencia a este asunto: “No es lícito a los Estados dar asilo en Legislaciones, navíos de guerra, campamentos o aeronaves militares, a personas acusadas o condenadas por delitos comunes ni a desertores de tierra y mar. Las personas acusadas o condenadas por delitos comunes que se refugiaren en algunos de los lugares señalados en el párrafo precedente deberán ser entregadas tan pronto como lo requiera el gobierno local. Si dichas personas se refugiaren en territorio extranjero la entrega se efectuará mediante extradición, y solo en los casos y en la forma que establezcan los respectivos Tratados y Convenciones o la Constitución y leyes del país de refugio”.

Panamá ha argumentado que concedió el asilo territorial a Hurtado con el fin de garantizar la estabilidad política y social de la región. ¿Es esta la manera correcta para conseguir este objetivo? No se puede llegar a la estabilidad si no se encuentra antes una respuesta a todas las incógnitas que dejaron esas interceptaciones telefónicas. La reparación de esas acciones indebidas todavía está pendiente y esta decisión de Panamá, amigo estratégico de Colombia, causará cierta amargura y malestar. La Historia continuará.

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EL ESPEJISMO

Cada vez más, se debilitan los partidos políticos en Colombia y ninguno puede mostrar un factor diferencial. La izquierda ha perdido la fuerza necesaria para convertirse en una alternativa de Poder. El Polo Democrático, esperanza de cambio para mucha gente, no fue lo que parecía que iba a ser. Su gestión todavía está en deuda.

Si se recuerdan los últimos tiempos de este partido, a comienzos de la década del 2000, el Polo se había fortalecido notablemente. En las elecciones presidenciales del 2002, que ganó Álvaro Uribe con amplia ventaja, su candidato Carlos Gaviria obtuvo la segunda votación en ese momento. La gente llegó a creer en esta nueva opción. Debido a que no logró llegar a la Presidencia, la colectividad continuó buscando otra alternativa y sí que encontró una de gran importancia: la Alcaldía de Bogotá. En el 2003, Luis Eduardo Garzón le ganó los comicios a Juan Lozano, quien era el candidato del uribismo y de Enrique Peñalosa, quien transformó la ciudad entre los años 1997 y 2000.

Garzón fue parte de la Unión Sindical Obrera, gremio de Ecopetrol, la empresa petrolera más importante del
país. Además, integró el Partido Comunista Colombiano y llegó a ser presidente de la Unión Sindical Obrera y la Central Unitaria de Trabajadores. Sin duda, era un hombre de izquierda perfecto para el Polo, que buscaba un resurgir de esta ideología en el país. Garzón mostró sus diferentes planteamientos en las elecciones presidenciales del 2002, cuando fue candidato por el Frente Social y Político. En ese momento, su votación fue muy baja pero esto le fue útil para fortalecer más al Polo y llegar a la Alcaldía de Bogotá, gracias al apoyo del Partido Liberal.

Definitivamente, con esta nueva gestión, se dio un giro notable al rumbo que llevaba la ciudad. Antes de Garzón, estuvieron Enrique Peñalosa y Antanas Mockus, entre 1997 y 2000 y entre 2000 y 2004, respectivamente. Con Peñalosa, la infraestructura vial mejoró por completo. Además, durante su gestión se realizaron obras con el fin de beneficiar más a los peatones. El conocimiento de Peñalosa en urbanismo se tradujo en muchos beneficios para Bogotá. Después Mockus buscó continuar con lo realizado y los resultados también fueron buenos.

Cuando llegó Garzón, a comienzos del 2004, la ciudad se detuvo en el tiempo con relación a la infraestructura vial. Garzón hizo mayor énfasis en el aspecto social. Entre sus más importantes obras están la creación de colegios públicos en barrios marginales y los programas de seguridad alimentaria para la población. Esto nunca será un aspecto negativo porque los gobernantes deben buscar que la gente tenga condiciones dignas de vida pero Garzón descuido la infraestructura y el progreso que ya se había ganado. En cuanto a la movilidad y espacio público, quedó todo por hacer.

El Polo tuvo la oportunidad de consolidare mejor en esa época. Como partido parecía mantener una unidad, líderes destacados y fuerza dentro de los electores. La izquierda parecía resucitar porque estuvo muy lejos del Poder durante muchos años. Para el funcionamiento de cualquier democracia, las fuerzas opositoras son fundamentales. Sin embargo, éstas necesitan una completa coherencia, elemento ausente en estos momentos.

El panorama no puede ser más desolador para esta fuerza política debido a que presenta dos vertientes: la del Polo, dirigida por el ex aspirante presidencial, Gustavo Petro, y la de la Anapo, cuyos líderes son los hermanos Samuel e Iván Moreno, actual Senador de la República. El año anterior, el debilitamiento se observaba cuando el triunfo de Petro en la consulta interna, que buscaba definir la candidatura presidencial, generó un gran malestar y una profunda división porque el gran perdedor de ese momento fue Carlos Gaviria, uno de los más fuertes de la colectividad y con gran cantidad de partidarios. Este año Gaviria se alejó del partido que continúa en un camino sin rumbo definido.
El Polo terminó contaminándose y adquiriendo los vicios de otras corrientes políticas. Evitar repetir estas costumbres fue una de las principales promesas en sus comienzos. La colectividad ha perdido credibilidad entre la gente, más aún con esta gestión del actual alcalde, Samuel Moreno. A pesar de que Garzón no terminó aprobando el examen final, el partido continuó en el segundo cargo más importante del país. Al Polo le dieron una segunda oportunidad que no ha sabido aprovechar de ninguna manera.

Esta administración de Moreno es la más cuestionada de los últimos tiempos. Caos en el tránsito, obras innecesarias y aumento de la inseguridad son los ejemplos más claros de la gestión ineficaz, pero sin duda, la construcción de la Fase III de Transmilenio en la calle 26 ha sido el principal escándalo que hizo aumentar la desaprobación por la imagen de Moreno, cuyo mandato no tiene aceptación en un 75 por ciento de la población.

Transmilenio es un sistema de transporte masivo en Bogotá que ha ido ampliando su cobertura. Cuando comenzaron las obras en la calle 26, importante vía que conecta al Aeropuerto El Dorado con la ciudad, el grupo empresario Nule se encargó de una parte importante de ese trabajo. Los Nule manejan actividades como construcción, agua y energía. Su participación está en 25 compañías y 50 negocios. Esta nueva fase no se terminó en el tiempo establecido y las pérdidas económicas fueron grandes. Como si no fuera suficiente, al senador del Polo, Iván Moreno, hermano del alcalde, se le acusa por haberse beneficiado por el cobro de comisiones de contratos millonarios. Estas denuncias las realizó el ex candidato Gustavo Petro, quien reveló que existe una excesiva concentración de la contratación en unos cuantos grupos.

En síntesis, la corrupción y el clientelismo estuvieron por encima de la democratización, uno de los principales ideales del partido. Los antiguos vicios no fueron superados y ya la nueva opción de Poder dejó de serlo. Haber superado la prueba, que ha perdido por completo, con una buena gestión en Bogotá le hubiera fortalecido con miras a las elecciones presidenciales en un futuro próximo. El Polo ya ni siquiera tiene buenas opciones de continuar en la Alcaldía de la capital colombiana en el nuevo período que comenzará en el año 2012. La Política es dinámica y lo que hoy es realidad, mañana puede no serlo pero el presente es una señal de que al Polo le está pasando su cuarto de hora.

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EL CAMINO DIPLOMÁTICO

El mejoramiento de las relaciones con los países vecinos, Ecuador y Venezuela es, sin duda, uno de los mayores retos del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos. El Primer Mandatario, en sus dos meses y medio de Gobierno, ha puesto todo de su parte para solucionar los inconvenientes. Y sí que ha hecho énfasis en esto.

Santos ha mostrado una actitud conciliadora, en la búsqueda de un ambiente de armonía con Venezuela y Ecuador. Con Venezuela, la última tensión surgió después de que se revelara en la Asamblea de la OEA, la presencia de los líderes de las Farc “Iván Márquez”, Rodrigo Granda, “Timochenco”, “Granobles” y “Jesús Sánchez” en ese país.

Además, la información, con relación a este tema, había sido encontrada en los computadores de “Raúl Reyes”. Ante este panorama, era difícil evitar un mal momento en las relaciones binacionales.

Los últimos años de la gestión de Álvaro Uribe se caracterizaron por un ambiente de confrontación con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. La vía diplomática sí que estuvo lejana. Chávez siempre mostró una actitud de generar polémica. Incluso, la llegada de Santos al Poder llevo a que la gente tuviera sus dudas en que se presentara un cambio en el manejo de los temas de ambos países, más aún si se tiene en cuenta que la ideología política de ambos presidentes es completamente opuesta. Sin embargo, el discurso de Santos siempre fue pacificador desde el comienzo de su Gobierno. También, el Jefe de Estado acertó, sin duda alguna, en la designación de María Ángela Holguín como canciller. Holguín fue Embajadora en Venezuela entre el 2002 y el 2004 y su comunicación con Chávez siempre fue excelente.

Una muestra del gran interés de Santos de mejorar las relaciones con Venezuela fue su reunión con Chávez en la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, tres días después de comenzar como Primer Mandatario, con el firme propósito de superar el ambiente de tensión y confrontación. Este encuentro fue un avance porque acordaron tomar ciertas medidas con el fin de no afectar a la gente en la frontera.

El nuevo Embajador de Colombia en Caracas será José Fernando Bautista, quien será clave para mantener el restablecimiento de las buenas relaciones. Bautista conoce bien este tema porque es un hombre nacido en la frontera, además fue alcalde de Cúcuta, ciudad limítrofe, razón por la cual es experto en la problemática de esta zona, donde la gente de ambos países ha tenido a lo largo de la Historia una intensa relación comercial, familiar y de afecto. Venezuela siempre ha sido un socio muy importante para Colombia.

Venezuela se comprometió a pagar más de 700 millones de dólares a los productores colombianos por exportaciones realizadas antes de la crisis entre ambos países. Esta deuda ha sido cancelada en una parte pero todavía falta dinero por pagar. La gestión de Bautista será determinante con el fin de solucionar el tema económico y el de seguridad. Esta designación fue otro gran acierto de Santos.

En cuanto a Ecuador, el acercamiento y la integración han sido hechos presentes en estos primeros meses de Gobierno de Santos. Desde el 1 de marzo de 2008, las relaciones binacionales se afectaron por completo debido al bombardeo al campamento de “Raúl Reyes” en la frontera colombo-ecuatoriana. Para el presidente Rafael Correa, esto fue un ataque a la soberanía y a pesar del tiempo transcurrido no ha dejado de expresar su malestar.

Aunque Correa ha mostrado en los últimos meses una posición de menor confrontación, todavía refleja una excesiva molestia respecto de lo sucedido en el pasado y no ha podido alejar su resentimiento en contra de Colombia. Sin embargo, hay que mirar con optimismo la recomposición de las relaciones, ya que solo han transcurrido dos meses del nuevo Gobierno de Colombia y las aproximaciones van realizándose.

El conocimiento de la canciller Holguín en este ámbito ha sido notable. El próximo 28 de octubre se reunirá con su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, con el fin de ir consolidando lo obtenido hasta el momento. El aspecto más sensible, inmediato de resolver, es el nombramiento de los embajadores en ambos países. Ante todo, se necesitan personas que actúen como buenos mediadores y puedan lograr nuevamente la confianza, la armonía y la cooperación.
Santos está cumpliendo con uno de los puntos que mencionó en su discurso de posesión presidencial, el pasado 7 de agosto. Hasta el momento el resultado es positivo pero todavía hay aspectos pendientes con los vecinos, necesarios de solucionar. Santos está haciendo lo que debe hacer. Ahora, Chávez y Correa deberán poner su cuota de voluntad y así evitar retroceder en el camino recorrido. El trabajo es de todos. “Una sola golondrina no hace verano”.

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ACCIONES CINEMATOGRÁFICAS

La estrategia de seguridad democrática es presente, pasado y futuro. Operaciones exitosas, un Ejército que ha incrementado su poderío y un debilitamiento de la guerrilla de las Farc explican el excelente momento militar por el que atraviesa Colombia en el último tiempo. “Operación Fénix”, “Operación Jaque”, “Operación Camaleón” y “Operación Sodoma”, realizadas en los últimos dos años, son el mejor ejemplo de una cadena de triunfos sin precedentes.

Los grupos guerrilleros fueron una catástrofe para Colombia durante cuarenta años, aproximadamente, porque en los últimos tiempos degeneraron en organizaciones narcoterroristas con un solo interés económico: el comercio ilegal de la droga.

En el Gobierno de Andrés Pastrana, entre 1998 y 2002, se intentó un proceso de paz a través de unas conversaciones con esos grupos subversivos pero esto fue un fracaso y en el país aumentaron los secuestros y los atentados terroristas. La población estaba intimidada. Por esta razón, Álvaro Uribe fue elegido como Jefe de Estado en el 2002 y su llegada al Poder marcó el comienzo de la seguridad democrática, cuyos principales objetivos fueron: eliminación de las organizaciones del narcotráfico, neutralización del terrorismo, desmovilización y reincorporación de los alzados en armas.

Sin duda, con relación a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, se avanzó a pasos agigantados. Las Fuerzas Militares y de Policía fueron fortalecidas en los aspectos de armamento y capacitación. En el ámbito humano, la Inteligencia de la Fuerza Pública es hoy por hoy un ejemplo de profesionalismo y habilidad.

La inversión, realizada por el Estado, en dispositivos de alta tecnología y adecuados para la Inteligencia está viendo sus frutos. Una muestra de esto fue la “Operación Sodoma”, realizada el pasado jueves 23 de septiembre, donde murió uno de los máximos cabecillas de las Farc, “El Mono Jojoy”, después de un bombardeo al campamento en el que se encontraba.

El Ejército descubrió cierto grado de debilidad en el grupo subversivo y esto fue determinante para encontrar a “Jojoy”. El operativo fue realizado por 38 aviones de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), 30 helicópteros del Ejército y 4 aviones más pero la clave fue la manera como se utilizaron los equipos de acceso, los anillos de seguridad y la inteligencia humana. Como consecuencia de esta formidable combinación de factores, murió uno de los grandes jefes de las Farc, cuya autoridad estaba basada en el terror, la muerte y el secuestro.

Las más recientes operaciones constituyen logros indiscutibles y son dignas de un guión cinematográfico con éxito asegurado. Por ejemplo, la “Operación Fénix”, el 1 de marzo de 2008, en la cual se dio de baja a “Raúl Reyes”, permitió obtener información importante a través de sus computadores personales; la “Operación Jaque”, el 2 de julio de 2008, a través de la cual las Fuerzas Militares rescataron a varios secuestrados, entre otros: Ingrid Betancourt, tres estadounidenses, siete miembros de la Ejército Nacional y cuatro miembros de la Policía Nacional y la “Operación Camaleón” mediante la cual se liberaron a secuestrados en poder de las Farc.

La imagen del Ejército y las Fuerzas Militares es altamente positiva y muy bien reconocida por el pueblo colombiano. Es muy grato ver el orgullo y la confianza que la gente siente por estas Instituciones. El terrorismo está viendo que no la tiene fácil ante un Estado con firmeza y un Ejército verdaderamente profesional.

El comienzo del Gobierno de Santos ya tiene su primera victoria militar y la seguridad democrática es una estrategia que continúa vigente porque no terminó el pasado 7 de agosto cuando Uribe dejó el Poder sino que se conservará a través del tiempo y se irá transformando de manera positiva con el fin de garantizar el bienestar a la población. Enhorabuena a la Fuerza Pública colombiana.

Nota final: No puedo ocultar mi tristeza por la muerte de la actriz Romina Yankelevich. Actriz talentosa, hija de personas importantes en la Televisión argentina como Gustavo Yankelevich y Cris Morena. Su imagen siempre estará presente en quienes, como yo, la vimos en series de Televisión como “Chiquititas” y “Jugate Conmigo”. Romina tenía todavía buen tiempo para seguir mostrando su gran capacidad pero lamentablemente su vida llegó al final. Todos sus fanáticos la vamos a extrañar porque nos dejó una huella increíble. Paz en su tumba.

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LA IMPORTANCIA DE LAS FUERZAS OPOSITORAS

La oposición es necesaria para el buen funcionamiento de una democracia. Para conseguir este objetivo, se necesitan partidos políticos fortalecidos ideológicamente, dotados de coherencia, unidad y así constituirse en una  verdadera alternativa para el pueblo. En este orden de ideas, no se observa, actualmente, dentro del panorama colombiano la  existencia de un partido político u opción de poder que constituya una verdadera oposición. Cualquier decisión del Ejecutivo es discutida, pero, ¿Dónde están los nuevos planteamientos?
Al día de hoy, si se analizan los partidos políticos en Colombia, diferentes al de la U, partido de Gobierno, se presenta el siguiente escenario: el conservatismo ha participado de la Administración Pública activamente, en los últimos años ha cogobernado, permitiéndole mantenerse vigente, pero siempre a la sombra del Gobierno de turno. No ha ocurrido lo mismo con el liberalismo que ha estado lejos del Poder, por muchos años, lo que lo ha debilitado y colocado como una fuerza casi en vía de extinción. Por su parte, el Polo Democrático perdió lo que había ganado en algún momento, como consecuencia de sus divisiones internas; y el  Partido Verde hasta ahora se está consolidando. ¿Cuál es la verdadera fuerza opositora?
El Partido Conservador pasó a formar parte de la coalición de Gobierno durante la gestión del ex presidente  Álvaro Uribe. El último período “azul” (color representativo) fue el de Andrés Pastrana entre 1998 y 2002. Su gestión no ha sido la más recordada debido a que las Farc se fortalecieron militarmente durante esos años y la zona de distensión, organizada para los diálogos de paz, no obtuvo los resultados esperados.
Por su parte, el Partido Liberal ha estado completamente dividido en los últimos años y desde 1998 no está en la Primera Magistratura. De los “rojos”(color característico) salieron muchos de sus integrantes para formar otros movimientos como el Partido de la U y Cambio Radical, que se constituyeron en coalición de gobierno durante los ocho últimos años. El liberalismo, fue durante ese periodo, constante contradictor del Gobierno pero nunca una fuerza opositora políticamente hablando. Ahora, esa colectividad entró al programa de Unidad Nacional del Jefe de Estado, Juan Manuel Santos.
Por otro lado, el Partido Verde, conformado en noviembre de 2009 por los ex alcaldes de Bogotá  Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón, fue el principal rival de Santos en las elecciones de este año. Se constituyó en un fenómeno electoral debido a la aceptación y apoyo que consiguió entre los estudiantes y la gente joven, al  promover sus planteamientos, a través de las redes sociales Twitter y Facebook.  En abril de 2010, Sergio Fajardo, ex alcalde de Medellín, se unió a esta colectividad y llegó a ser fórmula vicepresidencial de Mockus, luego de haber realizado su propia campaña dos años y medio como independiente.
Ahora, la unión verde mantiene cierta incertidumbre.  No se observa una verdadera cohesión después de las elecciones de junio y no se sabe cuáles son las verdaderas aspiraciones de cada integrante. Los intereses personales han estado por encima de la unidad.
A su vez, el Polo Democrático, que llegó a tomar fuerza en algún momento en la coyuntura política de Colombia, mantiene unas divisiones internas muy fuertes. Tampoco hay un verdadero líder con miras al futuro próximo.
Con este panorama, es claro que hasta el momento no existe una  fuerza que pueda actuar como oposición en Colombia.
Mientras que cada partido no tenga un proyecto claro, un rumbo definido y por encima de todos una unión y cohesión propia, no se podrá avanzar en el camino de constituir una alternativa seria de poder.  La incógnita es: ¿Cuándo será viable esta opción?

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Respeto y diplomacia

Las buenas relaciones entre países vecinos son fundamentales para la armonía internacional. El acercamiento del pasado martes 10 de agosto, entre los Jefes de Estado de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez,  fue un gran paso con el fin de superar la tensión entre los dos países. Como se esperaba, en su primera semana de Gobierno, Santos se reunió con Chávez en la Quinta de San Pedro Alejandrino de Santa Marta, lugar donde murió el Libertador Simón Bolívar con el firme propósito de dejar atrás sus diferencias y anunciar el restablecimiento de las relaciones binacionales.
Como consecuencia de este encuentro, se acordó la creación de cinco
comisiones binacionales para trabajar en la restauración de las relaciones comerciales, el pago de la deuda a los exportadores colombianos, la inversión social en las zonas de frontera, el avance de obras de infraestructura y la seguridad. De esta manera, no solo el tema económico va a ser materia de reanudación. Se buscará trabajar en la integración de otros campos para lograr la unidad entre ambos pueblos en un mediano o largo plazo. En las zonas de frontera, es donde más existe la interdependencia entre los países vecinos y allá realmente se sufre por las diferencias entre los gobiernos.
Colombia ya había encontrado otros mercados para sus actividades
comerciales pero en este ámbito, el intercambio entre países limítrofes es mucho más eficiente.  Sin embargo, no se ve la posibilidad inmediata de que este vínculo pueda restaurarse y fluir en la misma intensidad de hace algunos años  porque Venezuela adeuda a los productores colombianos más de 700 millones de dólares por las exportaciones realizadas antes de la crisis binacional. Debido a la falta de pago de estas obligaciones, los productores colombianos no desearán enviar bienes y servicios sin asegurarse de un pago anticipado con el fin de evitar los contratiempos que actualmente padecen. El regreso de la confianza a los empresarios y productores no será de la noche a la mañana.
Vale la pena destacar que ya se aprecia un cambio en el vocabulario de los funcionarios de ambos países, quienes empiezan a utilizar términos como integración, cooperación y solidaridad, en reemplazo de las frases que invitaban a la confrontación. En adelante, será necesario manejar este tema con tacto y delicadeza para no volver a caer en la misma tónica de tensión y conflicto.
Venezuela requiere demostrar que no está protegiendo a la guerrilla en su territorio y el respeto de la soberanía del país vecino. Por su parte, Colombia debe mantener su tono conciliador y de diálogo. Eso sí, ambos países necesitan manejar sus  relaciones mediante canales diplomáticos y no a través de los medios de comunicación. Ojalá este ambiente de armonía sea duradero.

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El desafío de mejorar lo realizado

Se terminó un ciclo muy bueno para Colombia. Sin duda, Álvaro Uribe será recordado como uno de los presidentes que cambió el rumbo del país. Ahora le llegó el momento a Juan Manuel Santos de sucederlo. Este nuevo Gobierno heredará el legado de Uribe pero no será igual.

Cuando Uribe comenzó en el 2002, los grupos subversivos tenían aterrorizada a la población. Uribe fue elegido por el deseo de la gente del restablecimiento de la Seguridad. Su gestión logró devolver la  confianza al país, de tal manera que Santos encontró una Colombia distinta, donde la guerrilla ha sido replegada y ya podrá comenzar una estrategia de Prosperidad Democrática con el fin de mejorar en lo social y lo económico.

De acuerdo a lo que manifestó en su discurso de posesión, el pasado sábado 7 de agosto, Santos estará dispuesto a un diálogo con los grupos armados ilegales siempre y cuando estos no cometan actos terroristas, liberen a los secuestrados y a los menores que han sido reclutados para la guerra. Este espacio será importante mientras que no se renuncie a lo fundamental: la lucha contra el terrorismo, base de la estrategia de Seguridad Democrática de su antecesor Uribe. El nuevo Presidente buscará continuar consolidando lo logrado en los últimos ocho años y que conoce bien porque fue ministro de Defensa.

Es trascendental mejorar el tema de los desplazados por la violencia. Esas personas deben volver a su territorio,  que abandonaron debido a los ataques de los grupos subversivos. Sin duda, la gestión del nuevo ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, será clave porque sabe del manejo de la Hacienda Pública y tiene la capacidad de buscar la implementación de estrategias de desarrollo rural.

Con respecto a las relaciones con los países vecinos (Venezuela y Ecuador), el nuevo Jefe de Gobierno reiteró la importancia de la diplomacia y la prudencia. El martes 10 de agosto, en Santa Marta, Santos se reunió con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y se restablecieron las relaciones binacionales. Esto es una muestra de que este asunto es prioritario para Santos, tanto que se refleja en la designación de María Ángela Holguín como Canciller de la República. Holguín tiene gran conocimiento acerca del tema. Además, fue embajadora en Venezuela del 2002 al 2004 y llegó a tener una buena comunicación con Chávez.

En lo económico y social, Santos tendrá el desafío de luchar contra la pobreza y el desempleo. Estos aspectos fueron la parte negativa de los ocho años de gestión de Uribe. Debido a la gran cantidad de presupuesto invertido en Seguridad, no se encontraron soluciones en esos ámbitos aunque ha aumentado la inversión extranjera. Designar a  Juan Carlos Echeverry como ministro de Hacienda fue otro gran logro. Echeverry es un doctor en Economía. Entre sus principales cargos están: Director del Departamento de Planeación Nacional, organismo encargado de diseñar políticas de desarrollo económico, consultor del Banco Interamericano de Desarrollo(BID) y Decano de la Facultad de Economía en la Universidad de los Andes, una de las más importantes de Colombia.

Por su parte,  el nombramiento del ex candidato presidencial, Germán Vargas Lleras, como ministro del Interior y de Justicia será clave para el trámite, ante el Legislativo, de los proyectos en materia de Salud, Justicia, Economía, regalías y ordenamiento territorial. No en vano, fue senador durante doce años consecutivos y conoce muy bien el funcionamiento del Congreso.  Es un hombre de carácter y constante crítico de la guerrilla. Una de sus principales tareas será mejorar las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, afectadas en el último tiempo.

Santos conformó un buen equipo técnico con los funcionarios designados en las diferentes áreas, el cual ha sido bien recibido por todos los estamentos del país. Las expectativas son muchas y el optimismo es aún mayor. De la buena gestión del nuevo Presidente dependerá la prosperidad del pueblo colombiano.

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Error de principio a fin

Sorpresa e indignación. Estas fueron las sensaciones de la mayoría del pueblo colombiano y del Gobierno después de saber que Ingrid Betancourt, ex candidata presidencial, había presentado una solicitud de conciliación, requisito previo, para demandar al Estado, en una cifra aproximada de ocho millones de dólares, con el fin de obtener la reparación por los perjuicios sufridos por el secuestro al que fue sometida por el grupo terrorista de las FARC, durante más de seis años.

Según Betancourt, no se le brindó la suficiente protección cuando era candidata presidencial y pretendía ingresar a la zona de distensión, donde el Gobierno de Andrés Pastrana, Primer Mandatario de esa época, y las FARC buscaban avanzar en las conversaciones de paz. Sin embargo, las autoridades manifestaron que ella había firmado un documento en donde asumía la responsabilidad de ir a San Vicente del Caguán, ante la advertencia, por parte del Gobierno, de que no se le podía garantizar su seguridad. Días antes, los diálogos de paz entre el gobierno y las FARC habían concluido y ya no era posible ningún tipo de comunicación entre las partes.

Ella conocía los peligros de esa zona. Sin embargo, asumió una actitud imprudente y temeraria al ingresar de todas maneras a ese territorio, con las consecuencias conocidas por todos.

No obstante, las Fuerzas Militares realizaron una operación muy riesgosa con el fin de rescatarla a ella y a otros secuestrados en julio de 2008. La “Operación Jaque”, calificada por ella misma como “perfecta”, terminó exitosamente con su liberación, sin olvidar los innumerables esfuerzos que había hecho el Gobierno para obtener su libertad. Sin duda, para la mayor parte del pueblo colombiano, esta salida en falso de Ingrid Betancourt demostraba su ingratitud hacia el Ejército Colombiano, que la había devuelto a la vida a través de su magnífica actuación.

La reparación debería realizarla quien ocasionó el daño. Justamente, fueron las FARC quienes la sometieron a esa infame situación, violándole todos los derechos fundamentales. El Estado colombiano no la secuestró y por lo tanto, no tendría por qué pagar ninguna indemnización, máxime cuando fue por su imprudencia que se vio envuelta en ese lamentable acontecimiento.

En Colombia, en los últimos 8 años, se ha invertido mucho en seguridad con el fin de luchar de manera efectiva contra el terrorismo y estos fondos salen de los impuestos pagados por los contribuyentes. La “Operación Jaque”, que liberó a Betancourt, fue realmente costosa y ella no pagó nada por eso.

A diferencia de lo anterior, el Gobierno alemán cobró a la ciudadana alemana Reinhilt Weigel los gastos de su liberación porque ella fue advertida de no ir a una zona de alto riesgo. Weigel permaneció secuestrada por el grupo guerrillero ELN, durante 10 semanas, y después de ser liberada, fue llevada de regreso a Alemania. El Estado le cobró 12.460 euros que había invertido en su liberación y transporte, mediante la justificación de que no había por qué financiar las consecuencias de una “aventura irresponsable”.

La actitud de Ingrid fue inexplicable y sus declaraciones, del pasado domingo 11 de julio, fueron aún más insólitas por las muchas contradicciones en que incurrió. En entrevista con el periodista Darío Arizmendi, director del programa radial Hoy por Hoy, transmitida por Caracol Radio y Caracol Televisión, afirmó que el Estado le quitó sus escoltas y que no firmó ningún documento. Sin embargo, las pruebas en contrario son evidentes.

Betancourt mostró arrepentimiento por haber presentado esa solicitud de conciliación. Además, intentó disculparse manifestando que su petición obedecía a “Tener un acto de solidaridad con los compañeros ex secuestrados que buscan indemnizaciones por el sufrimiento vivido; y segundo, explicarle al Estado los hechos de mi secuestro”. Sin embargo, las pretensiones son muy claras al pedir la indemnización para ella, su mamá, su hermana y sus hijos, sin incluir a nadie más, no se explica como quiera que se le crea que con su demanda estaría favoreciendo a otros secuestrados. Estos argumentos no ocultan, de ninguna manera, su interés económico desde un comienzo.

Abogados, expertos en el tema, consideran que además de los años que necesita un proceso de este tipo para definirse, habría que demostrar que las autoridades realmente fallaron en su labor de proteger a Betancourt, lo cual no es fácil con las pruebas que se tienen. La presión ejercida por los medios de comunicación así como la realizada a través de las diferentes redes sociales llevaron a Ingrid a retirar la solicitud de conciliación. A pesar del desistimiento, su imagen se afectó notablemente después de todos estos hechos.

Buscando una explicación a lo inexplicable, algunos sugirieron que podría tratarse de una campaña publicitaria para tratar de ambientar la salida de su libro, en el que va a narrar los años de su secuestro, y por el que varias Editoriales le han adelantado grandes sumas de dinero. Sin embargo, por lo menos en Colombia, ya no tendrá el buen volumen de ventas que se esperaba porque se ha iniciado una campaña para que nadie adquiera esa obra como protesta por su actuación. De esta manera, por el momento su imagen está muy deteriorada en su país y en Francia, donde es ciudadana y las personas encuestadas no le perdonan la ingratitud.

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El nuevo gobierno de Colombia

En Colombia, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (ballotage), del pasado 20 de junio, demostró que la población desea que continúe la gestión realizada por el presidente Álvaro Uribe. El actual Jefe de Estado terminará su Gobierno el próximo 7 de agosto. La gente quiere que su labor se mantenga. Por esta razón, el candidato Juan Manuel Santos ganó con amplia ventaja,  tenía “la bendición”, el guiño de Uribe.
Muchas personas no votaron en esta nueva contienda electoral debido a la lluvia, a la transmisión por Televisión de los partidos del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010 y a que consideraron que Santos era ganador absoluto.
El ex ministro obtuvo la votación más alta de los comicios: 9’004.221 votos, equivalente al 69%. Por su parte, Antanas Mockus, el otro aspirante a la Primera Magistratura consiguió 3.588.819 votos, un 27.52%. En Colombia, sin duda,  la mayoría de la gente respalda la gestión de Uribe.
Desde el 2002, momento en donde comenzó su primer período, ha construido su estrategia de Seguridad Democrática.  Esta labor ha buscado debilitar a los grupos guerrilleros, quienes han sido desestabilizadores en el país debido a sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo.
Por otro lado, la lucha contra las Farc y su relegamiento han hecho que la inversión extranjera haya aumentado en el último tiempo debido a que la situación de Orden Público genera confianza.
Uribe pretendía permanecer en el Poder otros cuatro años (había sido elegido por segunda vez en el 2006) pero no fue aprobado el proyecto de Referendo, mecanismo de consulta popular, que buscaba una nueva Reelección presidencial.
Santos, ex ministro de Defensa, ha ocupado varios cargos públicos desde hace 20 años. Él pertenece a una de las familias más tradicionales de Colombia. Hasta hace poco,  su familia fue propietaria del diario EL TIEMPO, el más importante, que pasó a formar parte del Grupo Planeta.
Como ministro de Defensa, realizó una excelente labor. En marzo de 2008, el Ejército dio un duro golpe militar a las Farc en la frontera con Ecuador. En una operación militar, murió Raúl Reyes, uno de los altos Jefes de ese grupo subversivo. Esto causó problemas en las Relaciones Internacionales con Venezuela y Ecuador, países vecinos.  Las constantes críticas e insultos de los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, aumentaron la popularidad de Santos.
En el discurso presentado después de conocer los resultados, el presidente electo se mostró conciliador  e invitó a la Unidad Nacional. Además, destacó el trabajo realizado por el Ejército. Con relación a las Farc, abrió la posibilidad de un diálogo siempre y cuando este grupo no insista en métodos terroristas.  De otra parte, invitó a los diferentes sectores políticos a trabajar en su Gobierno.  En el Congreso, Santos tendrá un respaldo importante porque cerca del 75 por ciento de los parlamentarios estarán en su coalición.
Por su parte, Antanas Mockus fue el favorito de las encuestas realizadas antes de la Primera Vuelta. Previo a ese momento, estas mostraban un empate técnico entre los dos pero el día de la verdad, Santos ganó con una ventaja muy amplia. Incluso, le faltó poco para haber  triunfado del todo sin necesidad de nuevos comicios.
Mockus, hijo de inmigrantes lituanos que llegaron a Colombia, fue Alcalde de Bogotá en dos ocasiones y además, rector de la Universidad Nacional, una de las más importantes del país. Como Alcalde, cumplió una labor destacada, es una persona inteligente, estudiosa, pero a pesar de eso, presentó muchas contradicciones e imprecisiones en la campaña.
El ex Alcalde de Bogotá ganó mucha popularidad entre los estudiantes del país porque su propuesta buscaba darle más importancia al tema de la Educación y la lucha contra la corrupción. En noviembre del 2009, se conformó el Partido Verde, una nueva fuerza política que buscaba un cambio notable en el país. Éste fue conformado por Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón, quienes fueron alcaldes de Bogotá.
En abril de 2010, Sergio Fajardo, ex Alcalde de Medellín, quien realizó su propia campaña dos años y medio como independiente, se unió a esta colectividad y llegó a ser vicepresidente del Partido Verde, cuyo candidato presidencial era Mockus. El Partido Verde llegó mucho a la gente debido a la aceptación que tuvo entre los estudiantes y además se hizo muy fuerte en promover sus ideas a través de las redes sociales Twitter y Facebook.
Mucha gente consideraba  que Mockus era una nueva opción para cambiar el destino del país. Sin embargo, los resultados del domingo pasado demostraron que la mayoría desea que la gestión de Uribe se mantenga y su heredero político Juan Manuel Santos, es quien tiene la capacidad para gobernar.
El nuevo Jefe de Estado no será una copia de Uribe. Su estilo va a ser propio. Seguramente, tendrá los mimos objetivos. Por ejemplo: la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, tendrá más tranquilidad con relación al manejo de estos temas fundamentales.
Si se analiza la situación de Colombia con el mundo, el país ha atraído mucha inversión extranjera en el último tiempo, tiene excelentes relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, con Venezuela y Ecuador, sus países vecinos, siguen deterioradas y los exportadores han sido afectados por esto, principalmente con Venezuela, por ser uno de los principales socios comerciales. No obstante, Álvaro Uribe, en estos últimos 8 años, se ha ganado un respeto importante en el mundo.
Los retos del nuevo Jefe de Estado son varios: la situación social y económica debe mejorar. Debido a la gran cantidad de presupuesto invertido en la Defensa, no se han podido solucionar los temas sociales y económicos. El desempleo continúa en un nivel muy alto y la pobreza no ha disminuido. Sin duda, falta mucho camino por recorrer para cambiar estos aspectos.

En Colombia, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (ballotage), del pasado 20 de junio, demostró que la población desea que continúe la gestión realizada por el presidente Álvaro Uribe. El actual Jefe de Estado terminará su Gobierno el próximo 7 de agosto. La gente quiere que su labor se mantenga. Por esta razón, el candidato Juan Manuel Santos ganó con amplia ventaja,  tenía “la bendición”, el guiño de Uribe.Muchas personas no votaron en esta nueva contienda electoral debido a la lluvia, a la transmisión por Televisión de los partidos del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010 y a que consideraron que Santos era ganador absoluto.El ex ministro obtuvo la votación más alta de los comicios: 9’004.221 votos, equivalente al 69%. Por su parte, Antanas Mockus, el otro aspirante a la Primera Magistratura consiguió 3.588.819 votos, un 27.52%. En Colombia, sin duda,  la mayoría de la gente respalda la gestión de Uribe.Desde el 2002, momento en donde comenzó su primer período, ha construido su estrategia de Seguridad Democrática.  Esta labor ha buscado debilitar a los grupos guerrilleros, quienes han sido desestabilizadores en el país debido a sus vínculos con el narcotráfico y el terrorismo. Por otro lado, la lucha contra las Farc y su relegamiento han hecho que la inversión extranjera haya aumentado en el último tiempo debido a que la situación de Orden Público genera confianza. Uribe pretendía permanecer en el Poder otros cuatro años (había sido elegido por segunda vez en el 2006) pero no fue aprobado el proyecto de Referendo, mecanismo de consulta popular, que buscaba una nueva Reelección presidencial. Santos, ex ministro de Defensa, ha ocupado varios cargos públicos desde hace 20 años. Él pertenece a una de las familias más tradicionales de Colombia. Hasta hace poco,  su familia fue propietaria del diario EL TIEMPO, el más importante, que pasó a formar parte del Grupo Planeta.Como ministro de Defensa, realizó una excelente labor. En marzo de 2008, el Ejército dio un duro golpe militar a las Farc en la frontera con Ecuador. En una operación militar, murió Raúl Reyes, uno de los altos Jefes de ese grupo subversivo. Esto causó problemas en las Relaciones Internacionales con Venezuela y Ecuador, países vecinos.  Las constantes críticas e insultos de los presidentes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, aumentaron la popularidad de Santos.En el discurso presentado después de conocer los resultados, el presidente electo se mostró conciliador  e invitó a la Unidad Nacional. Además, destacó el trabajo realizado por el Ejército. Con relación a las Farc, abrió la posibilidad de un diálogo siempre y cuando este grupo no insista en métodos terroristas.  De otra parte, invitó a los diferentes sectores políticos a trabajar en su Gobierno.  En el Congreso, Santos tendrá un respaldo importante porque cerca del 75 por ciento de los parlamentarios estarán en su coalición. Por su parte, Antanas Mockus fue el favorito de las encuestas realizadas antes de la Primera Vuelta. Previo a ese momento, estas mostraban un empate técnico entre los dos pero el día de la verdad, Santos ganó con una ventaja muy amplia. Incluso, le faltó poco para haber  triunfado del todo sin necesidad de nuevos comicios.  Mockus, hijo de inmigrantes lituanos que llegaron a Colombia, fue Alcalde de Bogotá en dos ocasiones y además, rector de la Universidad Nacional, una de las más importantes del país. Como Alcalde, cumplió una labor destacada, es una persona inteligente, estudiosa, pero a pesar de eso, presentó muchas contradicciones e imprecisiones en la campaña. El ex Alcalde de Bogotá ganó mucha popularidad entre los estudiantes del país porque su propuesta buscaba darle más importancia al tema de la Educación y la lucha contra la corrupción. En noviembre del 2009, se conformó el Partido Verde, una nueva fuerza política que buscaba un cambio notable en el país. Éste fue conformado por Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón, quienes fueron alcaldes de Bogotá.En abril de 2010, Sergio Fajardo, ex Alcalde de Medellín, quien realizó su propia campaña dos años y medio como independiente, se unió a esta colectividad y llegó a ser vicepresidente del Partido Verde, cuyo candidato presidencial era Mockus. El Partido Verde llegó mucho a la gente debido a la aceptación que tuvo entre los estudiantes y además se hizo muy fuerte en promover sus ideas a través de las redes sociales Twitter y Facebook. Mucha gente consideraba  que Mockus era una nueva opción para cambiar el destino del país. Sin embargo, los resultados del domingo pasado demostraron que la mayoría desea que la gestión de Uribe se mantenga y su heredero político Juan Manuel Santos, es quien tiene la capacidad para gobernar.El nuevo Jefe de Estado no será una copia de Uribe. Su estilo va a ser propio. Seguramente, tendrá los mimos objetivos. Por ejemplo: la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, tendrá más tranquilidad con relación al manejo de estos temas fundamentales. Si se analiza la situación de Colombia con el mundo, el país ha atraído mucha inversión extranjera en el último tiempo, tiene excelentes relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, con Venezuela y Ecuador, sus países vecinos, siguen deterioradas y los exportadores han sido afectados por esto, principalmente con Venezuela, por ser uno de los principales socios comerciales. No obstante, Álvaro Uribe, en estos últimos 8 años, se ha ganado un respeto importante en el mundo.Los retos del nuevo Jefe de Estado son varios: la situación social y económica debe mejorar. Debido a la gran cantidad de presupuesto invertido en la Defensa, no se han podido solucionar los temas sociales y económicos. El desempleo continúa en un nivel muy alto y la pobreza no ha disminuido. Sin duda, falta mucho camino por recorrer para cambiar estos aspectos.

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