La cuenta regresiva para las elecciones presidenciales en México avanza. En julio del 2012, el país azteca conocerá quién será el sucesor de Felipe Calderón. Hasta ahora, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con Enrique Peña Nieto, es el principal favorito para ganar los comicios. En 1989, comenzó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y sí que ha estado cerca de llegar al Poder. Para el próximo año, ¿Podría ser un rival de peso?
El PRD surgió como una nueva alternativa, compuesta por la corriente democrática del PRI, el Partido Mexicano de los Trabajadores y el Partido Socialista Unificado de México. Sus principios buscaban una mayor inclusión social de las clases populares aunque estaba alejado de los modelos económicos de países desarrollados.
Esta fuerza inició con propuestas interesantes para la construcción de un mejor país. Un año antes de su fundación, Cuauhtémoc Cárdenas estuvo a punto de quitarle la hegemonía de casi sesenta años al PRI, de no haberse presentado esa derrota en aquellas elecciones, donde ganó Carlos Salinas de Gortari, después de “La Caída del Sistema”.
En esa época, el conteo de votos se realizaba mediante un sistema de cómputo, operado por la Comisión Federal Electoral y el día de los comicios falló. Su derrota no le permitió reacomodarse mejor para ser el rival de peso para el PRI en su lucha por la Presidencia. Por el bien de la democracia, se necesitaba un partido que evitara que el PRI continuara perpetuándose en el Poder.
Cuauhtémoc Cárdenas realizó una gestión interesante con la creación y el fortalecimiento del PRD. De no ser por esas falencias del sistema, este partido hubiera gobernado entre 1988 y 1994. En ese momento, eso sí, en la Ciudad de México, el PRD tuvo un gran respaldo, el mayor en el país. Cárdenas fue elegido como Jefe de Gobierno de la Ciudad, de tal manera que esta fuerza política cobró protagonismo en la capital azteca. Gobernar en el Distrito Federal es estar en el segundo cargo más importante, una segunda Presidencia. En el Congreso, el PRD obtuvo las mayorías cuando se realizaron las elecciones legislativas.
Partido de la Revolución Democrática
De otra parte, el PRD lideró en otros estados del país como Zacatecas, con el triunfo de Ricardo Monreal, y en Tlaxcala y Baja California Sur. En las presidenciales, nunca pudo luchar contra la maquinaria política del PRI ni contra un gran apoyo mediático a Vicente Fox, del PAN, en el año 2000. La unión dentro del partido se vio afectada cuando Porfirio Muñoz Ledo apoyó a otro candidato de la Alianza por el Cambio.
En la década del 2000, no logró mantener un proyecto a largo plazo. En el Congreso, su participación cayó notablemente a comparación de 1997. Lázaro Cárdenas ganó en el Estado de Michoacán y en 2004, conservó Zacatecas pero no Tlaxcala. Aunque se mantuvo en Baja California Sur, no lo hizo en Guerrero.
En Ecatepec, el partido tuvo una victoria notable. José Luis Gutiérrez Cureño conformó un Cabildo democrático compuesto por las diversas formas de dicho municipio. Si bien consiguió triunfos importantes en muchos estados, en el Norte del país, faltaron mejores resultados.
Los fuertes escándalos afectaron la imagen del partido. Por ejemplo, la corrupción en el Gobierno de Andrés López Obrador, de buena gestión en muchos ámbitos, en la Ciudad de México; la presidenta de la colectividad Rosario Robles debió renunciar por irregularidades y López Obrador no aceptó la responsabilidad del PRD en hechos corruptos.
Al Partido lo ha debilitado esa guerra de tribus dentro de sus filas que ha generado grupos de poder en burocracia. Además, le ha faltado ir para el mismo lado. Por ejemplo, cuando la parte antagónica gana, la otra corriente nunca acepta los triunfos.
Eso sí, el tener alcaldes en la Ciudad de México como Andrés López Obrador y Cuauthémoc Cárdenas han sido grandes logros. López Obrador, a pesar de las irregularidades, cumplió una gestión destacada debido a las diferentes obras viales que se realizaron, la mayor inclusión social que buscaba en los ancianos y madres solteras, así como la mayor construcción de Instituciones de Educación Superior y de viviendas de interés social. Sin embargo, se le criticó mucho por gastar más presupuesto de la ciudad que el adecuado.
De otra parte, Marcelo Ebrard ha sido un gran alcalde en la Ciudad de México y ya es un candidato presidencial con todo el respaldo necesario. Ebrard siempre buscó aspectos para reformar e innovar con miras al desarrollo. Tiene además una excelente trayectoria política muy importante en la Ciudad de México como Secretario General del PRI, Secretario General del Departamento del Distrito Federal, diputado por el Partido Verde Ecologista de México. Ebrard pertenece a una izquierda moderada, más izquierda centro (nacionalismo y democracia) que ha buscado siempre el desarrollo y el progreso en la capital del país azteca.
Trabajar con López Obrador le significó al PRD una suma de capacidades importantes al partido.Ebrard buscó otorgar pensión económica a estudiantes de escasos recursos . En su administración, se han presentado medidas polémicas como la expropiación de predios e inmuebles que funcionan como centros operativos de la delincuencia y el demoler edificios históricos para volver a ubicar a los vendedores ambulantes después de desalojarlos del centro de la ciudad y también la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de embarazo.
Ebrard está ante una gran oportunidad de buscar la Presidencia. Está claro que no se enfrentaría a López Obrador, de gran apoyo por la mayoría del partido, para ser candidato por las difíciles consecuencias que esto le traería. Sumado además a la disparidad de criterios que existe entre los dos respecto del mecanismo para seleccionar los candidatos, ya que Ebrard propone la encuesta y López Obrador considera que el voto directo o consulta interna entre los ciudadanos es la mejor manera.
Ebrard tiene una propuesta diferente para hacer Política, así se evitarían irregularidades, porque el PRI y el PRD ya intentaron definir las diferentes candidaturas mediante votos de la gente pero al final hubo reclamos, desconfianzas y divisiones.
El PRD ha tenido la solidez y la trayectoria necesaria en México para disputar con el PRI y el PAN en igualdad de condiciones la Presidencia en el 2012. Eso sí, requiere que los posibles aspirantes, Ebrard o López Obrador, estén más fortalecidos en su rol para pelear contra la maquinaria política y mediática que apoya a Peña Nieto. El eventual consenso logrado dentro de sus filas y una mayor unidad jugarán completamente a favor del PRD en sus diversos intereses.
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